La Comida y Cocina Francesa no es solo gastronomía. Es cultura, historia y, en muchos casos, arte en un plato. Francia cuenta con más de 400 variedades de queso. Es el hogar de algunos de los vinos más prestigiosos del mundo. Pero la verdadera magia de su cocina se encuentra en los platos que han trascendido las fronteras para convertirse en emblemas universales.
¿Te has preguntado por qué los chefs de todo el mundo miran hacia Francia para aprender las bases de la alta cocina? La respuesta está en la simplicidad elegante de sus recetas . En cómo logran convertir ingredientes cotidianos en experiencias memorables.
Hoy, exploraremos cinco platos que no solo son deliciosos, sino que representan siglos de tradición culinaria. Desde guisos rústicos hasta delicados pasteles, cada uno de estos platos cuenta una historia que merece ser saboreada. Si alguna vez te has preguntado qué probar primero al explorar la cocina francesa, esta lista te dará respuestas claras y accionables. ¡Vamos a descubrirlo!
3 Claves Principales de la Gastronomía Francesa
- Tradición e Innovación Gastronómica: La cocina francesa combina siglos de tradición con creatividad, transformando ingredientes simples como verduras. Mantequilla y harina en platos icónicos como el ratatouille y los croissants.
- Experiencia Sensorial Única: Cada plato francés ofrece una experiencia completa, desde su preparación meticulosa hasta los sabores. Aromas y texturas que deleitan los sentidos. Como en el caso del foie gras o los escargots.
- Versatilidad para Todos los Gustos: Desde opciones saladas como la bouillabaisse hasta dulces como las crepas. La gastronomía francesa tiene algo para cada paladar, siempre con un toque de sofisticación
Platos Típicos de Francia que No Te Puedes Perder, Comida y Cocina Francesa.
1. Ratatouille: Una Obra Maestra Vegetal
El Ratatouille no es solo un plato. Es un símbolo de la cocina francesa rústica que destaca por su sencillez y autenticidad. Originario de la región de Provenza. Este guiso de verduras representa la esencia de la dieta mediterránea y la filosofía de aprovechar los ingredientes frescos y de temporada.
¿Qué es el Ratatouille?
El Ratatouille es un guiso de verduras compuesto por ingredientes comunes . Como berenjenas, calabacines, pimientos, tomates, cebollas y ajo. Lo que lo hace especial es cómo estos elementos simples se combinan para crear un plato rico en sabor. Con un equilibrio perfecto entre dulzura, acidez y la frescura de las hierbas aromáticas como el tomillo, el romero o la albahaca.
Historia y Origen
Este plato tiene raíces humildes. Tradicionalmente, era una receta preparada por campesinos en Provenza que aprovechaban las verduras disponibles en sus huertas. Aunque comenzó como una comida sencilla, con el tiempo se convirtió en un ícono de la gastronomía francesa. Incluso inspiró la famosa película de Pixar que lleva su nombre, mostrando cómo lo cotidiano puede ser excepcional.
Variaciones del Plato
Aunque el Ratatouille clásico es un guiso donde las verduras se cocinan juntas. Hay una variación moderna conocida como Confit Byaldi. Donde las verduras se cortan en finas rodajas y se hornean en un diseño ordenado y estéticamente atractivo. Este enfoque, popularizado por los chefs contemporáneos, eleva el plato a una presentación de alta cocina sin perder su esencia.
Consejos para Disfrutarlo
- Acompañamiento: Es perfecto como plato principal vegetariano, pero también se puede servir como guarnición para carnes a la parrilla o pescado.
- Maridaje: Acompáñalo con un vino blanco fresco, como un Sauvignon Blanc, o con un rosado de Provenza para realzar sus sabores.
- Mejor al día siguiente: Como sucede con muchos guisos, los sabores del Ratatouille se intensifican cuando se deja reposar. Prepáralo con antelación para disfrutarlo al máximo.
¿Por Qué Probarlo?
El Ratatouille no solo es delicioso, sino que también es una celebración de la cocina sostenible. Es un recordatorio de cómo se puede lograr un plato increíble con ingredientes básicos, demostrando que lo simple puede ser extraordinario. Si visitas Provenza o cualquier región de Francia, no dejes de probar esta obra maestra vegetal en un restaurante local o incluso en los mercados de comida callejera.
Este plato no solo alimenta el cuerpo, sino que también nutre el alma. Conectándonos con la tradición y la pasión por la cocina que caracteriza a Francia. ¡Atrévete a prepararlo en casa y descubre por qué sigue siendo un favorito atemporal!

2. Bouillabaisse: La Tradicional Sopa de Pescado, Comida y Cocina Francesa.
La Bouillabaisse es mucho más que una sopa de pescado. Es un plato emblemático que encapsula la esencia de la cocina provenzal y el espíritu marítimo del sur de Francia. Originario de la ciudad portuaria de Marsella, este plato tradicional no solo es una delicia para el paladar, sino también una ventana a las raíces culturales de la región.
¿Qué es la Bouillabaisse?
La Bouillabaisse es una sopa o guiso de pescado que combina una variedad de pescados. Mariscos y hierbas aromáticas cocidos lentamente en un caldo fragante y especiado. Su sabor es rico y complejo, con notas de hinojo, azafrán y cáscara de naranja que le otorgan un perfil único.
El secreto de una auténtica Bouillabaisse radica en los pescados utilizados. Como el congrio, la escórpora y la dorada, especies típicas del mar Mediterráneo. Junto con mejillones, almejas y langostinos, estos ingredientes transforman la Bouillabaisse en una experiencia gastronómica inolvidable.
Historia y Origen, Comida y Cocina Francesa
La Bouillabaisse nació como una comida humilde. Preparada por pescadores marselleses que utilizaban pescados pequeños o menos valiosos que no podían vender. Su nombre proviene del proceso de cocción: “bouillir” (hervir) y “abaisser” (bajar el fuego).
Con el tiempo, este sencillo guiso ganó popularidad y fue refinado por los chefs. Convirtiéndose en un plato de prestigio que ahora es parte integral de la alta cocina francesa. Su evolución es un testimonio de cómo la tradición y la creatividad pueden transformar un plato cotidiano en una obra maestra culinaria.
Elementos Esenciales de la Bouillabaisse
- El Caldo: Elaborado con pescado de roca, tomate, ajo, cebolla, hinojo, azafrán y hierbas como el tomillo y la hoja de laurel. Es el corazón del plato y lo que define su sabor distintivo.
- El Rouille: Una salsa tradicional a base de ajo, azafrán y pimientos picantes. Que se sirve como acompañamiento y se unta sobre pan tostado para mojar en la sopa.
- El Servicio: En una Bouillabaisse auténtica, el caldo y los pescados se sirven por separado. Permitiendo a los comensales disfrutar de cada elemento por sí mismo.
Cómo y Dónde Disfrutarla
- En Marsella: Para una experiencia auténtica. Prueba la Bouillabaisse en los restaurantes de la ciudad, especialmente en el puerto viejo.
- Maridaje: Acompaña el plato con un vino blanco seco de la región, como un Cassis o un Bandol. Que complementará los sabores del pescado y las especias.
- En Casa: Aunque es un plato elaborado, puedes recrearlo en casa utilizando pescados locales y un buen caldo casero.
Curiosidades sobre la Bouillabaisse
- El plato es tan importante en Marsella que existen reglas no oficiales sobre cómo prepararlo. Conocidas como la “Carta de la Bouillabaisse”. Estas establecen qué pescados y técnicas se consideran auténticos.
- En 1980, un grupo de chefs locales creó un evento anual llamado “Fête de la Bouillabaisse” para celebrar este tesoro culinario.
¿Por Qué Probarla?
La Bouillabaisse no es solo una comida, es una experiencia que conecta el mar con la mesa. Probarla es sumergirse en la tradición marítima de Francia. Disfrutar de un plato que combina la riqueza del Mediterráneo con la creatividad de la cocina francesa. Si buscas una forma de experimentar Francia en cada cucharada, este plato es imprescindible.
Atrévete a explorar la Bouillabaisse y déjate llevar por sus sabores únicos y su fascinante historia. Es un plato que invita no solo a comer, sino a descubrir. ¡Bon appétit!

3. Foie Gras: El Lujo de la Comida y Cocina Francesa
El Foie Gras, considerado uno de los mayores tesoros de la gastronomía francesa, es un verdadero símbolo de lujo y sofisticación. Este producto, que literalmente significa “hígado graso” en francés, se elabora a partir del hígado de pato o ganso que ha sido cuidadosamente alimentado para lograr una textura cremosa y un sabor rico y único.
¿Qué es el Foie Gras?
El Foie Gras es un manjar con siglos de tradición, caracterizado por su suavidad y un sabor distintivo que combina notas umami con un leve dulzor. Se presenta en diferentes formas:
- Foie Gras Entero: Hígado completo, cocido o semicocido.
- Bloc de Foie Gras: Una versión más procesada, hecha de hígado emulsionado.
- Terrina o Pâté: Una mezcla cremosa que se sirve como untable.
Es un ingrediente versátil que puede servirse solo, con acompañamientos como compotas de frutas o tostadas crujientes, o como parte de platos más elaborados.
Historia y Origen del Foie Gras
El consumo de hígado graso no es un invento moderno. Los orígenes del Foie Gras se remontan al antiguo Egipto, donde los agricultores descubrieron que los gansos migratorios acumulaban grasa en sus hígados al alimentarse abundantemente. Esta práctica llegó a Europa a través de los romanos, pero fue en Francia donde se perfeccionó y se convirtió en el ícono gastronómico que conocemos hoy.
En la actualidad, las regiones de Alsacia y Perigord son especialmente conocidas por la producción de Foie Gras, siguiendo técnicas tradicionales que respetan los altos estándares de calidad franceses.
Cómo se Prepara y Sirve el Foie Gras
- Preparación Tradicional: El Foie Gras se puede cocinar al vacío, a baja temperatura, o en terrinas, logrando así una textura y sabor únicos. En muchos casos, se sazona solo con sal y pimienta para realzar sus cualidades naturales.
- Acompañamientos Ideales:
- Dulces: Compotas de higos, mermeladas de cebolla o frutas caramelizadas.
- Salados: Ensaladas frescas con vinagreta o tostadas crujientes.
- Bebidas: Marida perfectamente con vinos dulces como Sauternes, o espumosos como Champagne.
- Versatilidad en Platos: Desde aperitivos elegantes hasta protagonistas en platos principales, el Foie Gras se adapta a múltiples preparaciones.
Curiosidades y Controversias
El Foie Gras es tan venerado en Francia que incluso tiene su propio día de celebración: el 12 de diciembre, reconocido como el “Día Nacional del Foie Gras”. Sin embargo, también ha sido objeto de debates éticos debido a las prácticas de alimentación forzada utilizadas en su producción, lo que ha llevado a algunos productores a explorar métodos más sostenibles y éticos.
¿Dónde Probar el Mejor Foie Gras?
- Restaurantes de Alta Cocina: París y Burdeos cuentan con algunos de los mejores restaurantes que sirven Foie Gras en formas tradicionales e innovadoras.
- Mercados Locales: En regiones como Perigord y Alsacia, puedes encontrar Foie Gras fresco directamente de los productores.
- En Casa: Si te animas a probarlo, busca Foie Gras de calidad en tiendas gourmet o importadores especializados y sírvelo con tus acompañamientos favoritos.
¿Por Qué Probar el Foie Gras?
El Foie Gras no es solo un plato; es una experiencia sensorial. Su textura untuosa y su sabor profundo lo convierten en una verdadera joya culinaria. Además, es una oportunidad para sumergirte en la rica tradición gastronómica francesa y explorar una faceta única de su cocina.
Si buscas disfrutar de un auténtico lujo gastronómico, el Foie Gras es una elección inmejorable. Asegúrate de probarlo en su versión más pura para apreciar todo lo que este icónico manjar tiene para ofrecer. ¡Déjate conquistar por la delicadeza del Foie Gras!

Dulces y Panes Franceses que Enamoran el Paladar: Comida y Cocina Francesa.
4. Croissant: El Rey de las Panaderías
El croissant va más allá de un mero pan. Es un emblema de la sofisticación francesa, un abrazo crujiente con un interior delicado y mantecoso que seduce desde el primer sabor. Si has estado alguna vez en un café soñando con París, seguro que lo hiciste con un croissant en tus manos.
¿De Qué Procede el Croissant?
A pesar de que lo vinculamos directamente con Francia, en realidad sus orígenes se encuentran en Austria. Comida y Cocina Francesa. El croissant se originó a partir del kipferl, un pan de forma de media luna que se introdujo en Francia por medio de María Antonieta durante el siglo XVIII. Sin embargo, fue en Francia donde logró la excelencia. Los panaderos franceses adoptaron ese concepto inicial e incorporaron su magia: el método de laminado con mantequilla. El producto final fue el croissant que conocemos en la actualidad, un ícono mundial.
El Secreto de un Croissant de Alta Calidad
Es un arte elaborar un croissant auténtico. No solo se trata de combinar ingredientes; es un procedimiento minucioso que demanda tiempo, paciencia y, sobre todo, gran pasión por la repostería.
- Los Componentes: Harina, mantequilla de alta calidad (por supuesto, la auténtica francesa), levadura, azúcar y un poco de sal.
- El Método: Es en este lugar donde reside la magia. Se expande la masa, se incorpora la mantequilla y se dobla repetidamente. Este procedimiento de laminado genera las capas que lo convierten en tan crujiente a nivel exterior y tan suave internamente.
- La Cocina: Un croissant ideal presenta un exterior dorado, resplandeciente y un poco quebradizo, pero al desmenuzarlo muestra un interior aireado y suave.
Variaciones que No Puedes Dejar
El croissant tradicional es una delicia en sí mismo, pero si te atrae experimentar, existen alternativas que mejoran la experiencia:
- Pain au Chocolat: Con barras de chocolate fundido dentro, representa un anhelo para los entusiastas del chocolate.
- Croissant de Almendra: Frente con crema de almendra, con almendras troceadas y azúcar glas sobre ellas. Simple lujo.
- Croissant Salado: Ideal para el desayuno, con jamón relleno, queso o incluso espinacas.
¿Cuándo y De Qué Manera Disfrutarlo?
- Desayuno Convencional: El desayuno francés se define como un croissant recién hecho en el horno, acompañado de un café o chocolate caliente.
- A Media Mañana, Un Capricho: Experimenta con una cucharada de mermelada de frambuesa o miel.
- En París (o en cualquier lugar): Observa, da un mordisco y permite que te lleve a una terraza con vista a la Torre Eiffel. Comida y Cocina Francesa
Curiosidades sobre el Croissant
- En Francia, existe una considerable distinción entre un croissant au beurre (fabricado únicamente con mantequilla) y uno convencional (que puede incorporar margarina). Si debes seleccionar, siempre selecciona el primero.
- Anualmente, se realizan competencias para galardonar al croissant más destacado de Francia. ¡Los panaderos se enfrentan con orgullo para exhibir su habilidad!
¿Por Qué No Puedes Dejar de Consumir un Croissant?
Porque es simplemente disfrute. Un croissant excelente te hará cerrar los ojos al primer mordisco y disfrutar de cada capa crujiente y ese matiz de mantequilla que lo distingue. Es un pequeño lujo diario que puedes disfrutar en cualquier lugar, pero nada iguala la experiencia de degustarlo en una verdadera boulangerie francesa.
Por lo tanto, la próxima vez que lo veas, no lo consideres. Cómpralo, sitúate, descansa y permite que el croissant ejerza su encanto. ¡Es un deleite sencillo, pero memorable!

5. Crepas: Versatilidad en Cada Bocado
Las crepas son un ejemplo perfecto de cómo la simplicidad puede transformarse en algo extraordinario. Estas finas y suaves láminas de masa han conquistado el mundo gracias a su versatilidad, ya que pueden adaptarse a cualquier momento del día, desde un desayuno ligero hasta un postre indulgente o una cena creativa.
¿Qué Son las Crepas?
Originarias de la región de Bretaña, al noroeste de Francia, las crepas son delgadas tortillas hechas de una mezcla sencilla de harina, huevos, leche, mantequilla y una pizca de sal. Su popularidad se ha extendido más allá de las fronteras francesas, y hoy en día son un plato icónico en todo el mundo.
En Bretaña, las crepas dulces se distinguen de las galettes, su versión salada hecha con harina de trigo sarraceno, que les da un color más oscuro y un sabor terroso. Esta distinción sigue siendo una parte importante de la tradición culinaria de la región.
Cómo Se Preparan las Crepas Perfectas
- La Masa: La clave de unas crepas perfectas está en conseguir una textura líquida pero uniforme. Dejar reposar la mezcla al menos 30 minutos es esencial para que la harina absorba completamente los líquidos, asegurando una textura suave y sin grumos.
- El Cocinado: Se utiliza una sartén plana y caliente donde la masa se vierte con un cucharón, moviendo rápidamente para distribuirla en una capa delgada. Solo se necesita un par de minutos por cada lado para lograr el dorado perfecto.
- El Toque Final: Una vez cocidas, las crepas están listas para ser personalizadas con una variedad infinita de ingredientes.
Variaciones y Rellenos Populares
Las crepas son como un lienzo en blanco que puedes llenar con lo que tu imaginación y paladar deseen. Aquí algunos ejemplos que destacan por su sabor y popularidad:
1. Crepas Dulces
- Clásica de Nutella: La favorita de muchos, con un generoso relleno de Nutella y un toque de plátanos o fresas.
- De Azúcar y Limón: Una combinación simple pero refrescante, que resalta la textura de la crepa.
- Flambeadas al Estilo Suzette: Rellenas de mantequilla, azúcar y ralladura de naranja, luego flambeadas con licor de naranja (como Grand Marnier). Un clásico de la alta cocina francesa.
2. Crepas Saladas
- Jamón y Queso: Un relleno sencillo y reconfortante, que se funde maravillosamente al calentarlo.
- Espinacas y Queso de Cabra: Una opción más sofisticada, con un equilibrio perfecto entre lo cremoso y lo fresco.
- Huevos, Jamón y Setas: Inspirada en las tradicionales galettes bretonas, esta opción es ideal para un desayuno o brunch contundente.
3. Combinaciones Modernas
- Vegetariana Gourmet: Con hummus, aguacate, tomate seco y rúcula.
- Inspiración Asiática: Con pollo al teriyaki, zanahorias ralladas y sésamo tostado.
- Postre Indulgente: Con helado de vainilla, crema batida, salsa de chocolate y almendras tostadas.
La Cultura de las Crepas en Francia
En Francia, las crepas tienen un lugar especial en la cultura gastronómica. El 2 de febrero, conocido como La Chandeleur o el Día de las Candelas, se celebra cocinando y compartiendo crepas. Esta tradición está llena de supersticiones, como la creencia de que si volteas una crepa con éxito mientras sostienes una moneda en la otra mano, tendrás buena fortuna durante el año.
Además, es común disfrutar de crepas en pequeñas creperías, especialmente en Bretaña, donde se sirven con sidra artesanal en cuencos tradicionales.
¿Por Qué Probarlas?
Las crepas no solo son deliciosas, sino que también ofrecen una experiencia culinaria divertida y personalizada. Ya sea que las prefieras dulces o saladas, ligeras o indulgentes, siempre hay una combinación que se adapta a tus gustos. Además, su sencillez en los ingredientes las convierte en un plato accesible para preparar en casa, pero lo suficientemente elegante como para servir en ocasiones especiales.
Si visitas Francia, no puedes dejar pasar la oportunidad de disfrutar una crepa en una crepería auténtica. Pero si no estás en Francia, no te preocupes: ¡puedes llevar el espíritu francés a tu cocina y preparar tus propias crepas para disfrutar en cualquier momento del día!

Bonus: Escargots y el Sabor Tradicional
Al referirse a la cocina francesa, los escargots (caracoles) tienen un lugar único. A pesar de que para algunos pueda parecer un plato inusual, para los franceses constituyen una auténtica delicia gastronómica con siglos de tradición. Los escargots no solo representan un emblema de la gastronomía tradicional, sino también una vivencia culinaria singular que incita a descubrir distintos sabores y texturas.
La Edad de los Escargots en Francia: Un relato histórico
La utilización de caracoles como alimento tiene sus raíces en la antigüedad, pero fue en Francia donde se convirtieron en un manjar. Su fama se originó en la región de Borgoña, lugar en el que los chefs elaboraron la receta tradicional de escargots a la bourguignonne, que fusiona los caracoles con mantequilla, ajo y perejil.
Este platillo se transformó en un emblema de la alta gastronomía francesa en el siglo XIX, particularmente cuando el reconocido chef Marie-Antoine Carême los incorporó en sus menús para la distinguida aristocracia de Europa. Desde aquel momento, los escargots han representado un emblema de elegancia y tradición.
La Elaboración de los Escargots
La preparación de escargots es cuidadosa y se inicia con la elección de caracoles de excelente calidad. En Francia, se emplean más frecuentemente los tipos Petit Gris y Escargot de Bourgogne.
- Previa Preparación: Se limpian meticulosamente los caracoles y se preparan en un caldo aromático para suprimir cualquier sabor ácido.
- Relleno Convencional: El método tradicional comprende una combinación de mantequilla, ajo, perejil y, ocasionalmente, chalotas. Esta combinación se sitúa en las conchas, acompañada de los caracoles ya cocidos.
- Horneado: Se hornean los escargots hasta que la mantequilla se derrite y se expanda, dando a los caracoles un sabor dulce y aromático.
Variaciones y Exhibiciones
Pese a que la receta tradicional de Borgoña es la más reconocida, existen diversas formas de preparar los escargots:
- Con Acompañamiento de Vino Blanco: Una versión más suave que emplea hierbas recién obtenidas y un matiz cítrico.
- Desde Provenza: Con tomate, especies vegetales como el tomillo y el romero, y un poco de aceite oliva.
- Para acompañar Queso Gratinado: Una alternativa dulce que proporciona una capa de queso fundido sobre los caracoles.
¿Cómo y dónde realizar la Prueba de los Escargots?
- En Establecimientos Tradicionales: Busca bistros y establecimientos dedicados a la gastronomía francesa tradicional. Numerosos ofrecen escargots como aperitivo, servidos en platos particulares con espacios para cada cuchillo.
- En el Hogar: Si te animas, puedes hallar caracoles frescos o enlatados en establecimientos de gastronomía. Con la receta adecuada, se puede replicar esta vivencia en tu propia cocina.
- En Celebraciones Especiales: En Francia, los escargots se convierten en un platillo tradicional durante festividades significativas como la Navidad.
La Ceremonia de Consumir Escargots
Es casi un arte alimentarse de escargots. Se emplean pinzas específicas para sostener las conchas y un tenedor pequeño para tomar el caracol. El disfrute reside en la mezcla de la carne suave del caracol con la mantequilla derretida, que frecuentemente se complementa con pan crujiente para absorber cada gota de gusto.
¿Por Qué Deberíamos Probarlos?
Para los aficionados a la cocina, los escargots representan una ocasión para vivir algo verdaderamente singular. Su gusto es suave y terroso, perfectamente complementado por los componentes que los acompañan. Además, representan una mirada a la abundante tradición gastronómica francesa y una demostración de la capacidad de esta cocina para convertir ingredientes sencillos en auténticos platos. Comida y Cocina Francesa
Interesantes datos acerca de los Escargots
- Francia recibe aproximadamente 30,000 toneladas anuales de caracoles, gran parte de estos proceden de granjas locales.
- En Borgoña se celebra una competencia anual de elaboración de escargots, en la que los chefs luchan por innovar sin sacrificar el carácter tradicional.
- Los escargots son sorprendentemente beneficiosos para la salud, dado que poseen una baja grasa y un alto contenido de proteínas, hierro y magnesio. Comida y Cocina Francesa
Un Asesoramiento Final
Si te encuentras en Francia, experimenta con los escargots sin preconceptos ni incertidumbres. La textura delicada y el gusto perfectamente equilibrado pueden impresionarte. Y si los mezclas con un vaso de vino blanco seco, como un Chablis o un Sauvignon Blanc, estarás saboreando la experiencia en su totalidad.

Conclusión
La gastronomía francesa no es solo comida; es cultura, historia y arte servido en un plato. Cada bocado de un croissant perfectamente hojaldrado o un ratatouille lleno de colores y sabores cuenta una historia única. ¿Y qué hay de los escargots o el foie gras? Estos son más que platos: son experiencias que te invitan a salir de tu zona de confort y apreciar la riqueza culinaria de Francia.
Si este artículo te abrió el apetito, no te quedes en la teoría. Planea tu próxima aventura culinaria: busca una crepería local, prueba un vino francés que complemente un buen plato, o incluso atrévete a preparar uno de estos clásicos en casa. No necesitas ser chef para experimentar la magia de esta cocina, solo curiosidad y disposición para explorar.
Recuerda, cada plato francés, por sencillo o sofisticado que sea, tiene algo en común: está hecho para disfrutarse, para compartirse y para quedarse en la memoria. Así que, ¿por qué no empezar hoy mismo? ¡Bon appétit! 🍷🍽️
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